Pintar no es ordenar, ir
disponiendo, sobre una superficie, un juego vano, colocar unas sombras sobre un plano,
empeñarte en tapar, en ir cubriendo;
Pintar es tantear la orilla de un abismo con tu mano,
temeroso adentrarte en lo lejano, temerario tocar lo que vas viendo.
Pintar es asomarte a un precipicio, entrar en una cueva, hablarle a un pozo y que el agua responda desde abajo.
Pintura no es hacer, es sacrificio, es quitar, desnudar;
y trozo a trozo, el alma irá acudiendo sin trabajo.
Ramón Gaya
Pintor, escritor y poeta